Haití: la institucionalización del caos 

 

Puerto Príncipe, 21 de Diciembre de 2001

CONTENIDO

1. ¿Caos incontrolado o caos dirigido?

2. La institucionalización del caos
2.1. A nivel del Ejecutivo
2.2. A nivel del Parlamento
2.3. A nivel de la justicia y de la seguridad Pública
2.4. En la Dirección Nacional de Impuestos (DGI)
2.5. A nivel de los Poderes Locales

3. El caos como método de conservación del poder

4. Perspectivas: ¿Hasta que punto se puede institucionalizar el caos sin que éste devore a sus autores?


1. ¿Caos incontrolado o caos dirigido?

El primer contacto que se tiene con las calles o al llegar al aeropuerto de Puerto Príncipe, es el de un inmenso caos. Esto no es sino el espejo donde se refleja el caos que aqueja a todas las instituciones del país.

Así vemos las calles llenas de pilas de basura, invadidas por vendedores que convierten a todas las ciudades en un inmenso mercado caótico donde hay más vendedores que compradores. La inseguridad, los secuestros, las violentas manifestaciones callejeras con barricadas de cauchos inflamados muy a menudo, teledirigidas por el propio gobierno, aterrorizan a toda la población, comenzando por los vendedores ambulantes que a cada manifestación violenta pierden todas sus mercancías y donde cada ciudadano se siente amenazado por todo tipo de peligros.

En una encuesta publicada en el periódico Le Nouvelliste y difundida por Radio Metropole que realiza regularmente sobre diferentes aspectos de interés nacional la encuestadora SEMA (Sociedad de Estudios de Mercado y Análisis), el 97 % de los encuestados declararon que el 2001 "había sido un año malo".

El año 2000, el último año del gobierno de Preval, fue un año de gran violencia y agitación, orquestadas por Lavalasse. Todos vieron en esto una táctica política que consistía en fomentar una situación insostenible durante el mandato de Preval, a fin de que se aspirara a que Aristide regresara al poder para poner fin al caos.

Se sabía que las bandas de "Quimeras" o pequeños grupos violentos al servicio del gobierno, que rompían todo a su paso, respondían a los hombres de los Presidentes Aristide y Preval.

Habiendo efectivamente tomado el poder después de Preval y controlando el 100 % de las instituciones estatales, a partir de las elecciones contestadas de Mayo y de diciembre del 2000, todo dejaba suponer que el Presidente Aristide iba a instalar un tipo de orden útil a sus fines, pero orden al fin, para poder gobernar, ya que había prometido en su slogan de campaña: "el 2001 si será bueno", evidentemente con él en la Presidencia.

Este primer año del segundo mandato de Aristide ha logrado ser peor que todos los años de Preval, al punto que, humorísticamente se dice que Aristide está haciendo como Preval, un muy mal gobierno, para que todo el mundo aspire a que Preval regrese al poder cuando él termine su mandato.

De todos modos, parece evidente que a este punto, en vez de asistir a una caotización de algunas instituciones, estamos viviendo en Haití una institucionalización del caos en todos los campos. A tal punto que se ha creado el sentimiento de que el estado mayor del gobierno Lavalasse está organizando el caos como método de gobierno.


2. La institucionalización del caos

2.1. A nivel del Ejecutivo

Según la Constitución haitiana, el poder ejecutivo en Haití es bicéfalo con una preeminencia del Primer Ministro, expresión de la mayoría parlamentaria, que determina la política de gobierno. Los constituyentes haitianos de 1989, después de 28 años de la dictadura autocrática de los Duvalier, sintieron la necesidad de instituir un sistema más parlamentarista que presidencialista.

A partir de las elecciones del 2000, Aristide con la totalidad del Parlamento a su servicio, logra tener como Primer Ministro a su primo y hombre de mayor confianza después de Preval: Jean-Marie Cherestal, ex Ministro de Economía y Finanzas a su regreso después del golpe de estado en el ’94.

Esta situación haría pensar que todo debería marchar "sobre ruedas" a nivel del Ejecutivo. Sin embargo, ya en Septiembre de este primer año del segundo mandato de Aristide, Furel Celestin, Vice-Presidente del Senado, importante miembro del partido Lavalasse, revela públicamente que el Primer Ministro se ha comprado una residencia de 1,7 millones de dólares, suma faraónica en un país tan pobre.

A partir de este momento, grupos próximos al poder comienzan a pedir a gritos la dimisión del Primer Ministro, acusándolo de incompetente, corrupto, ex-duvalierista y de estar en el poder sólo por el favor del Presidente. El Primer Ministro se ausenta algunos días y regresa a la escena pública de la mano de Presidente. Durante el último trimestre del año toma un perfil totalmente bajo que lo vuelve invisible y como inexistente, incluso frente a hechos tan graves que paralizaron y conmocionaron a toda la población, como el asesinato de un joven periodista, Brignol Lindor, el 3 de diciembre y el así dicho fallido intento de golpe de estado el 17 de este mismo mes.

Paralelamente, a principios de octubre, policías fieles al Primer Ministro encuentran volantes con ataques insultantes en su contra en un carro oficial de Ministro del Interior, Henry Claude Menard. Los amigos del Primer Ministro hacen circular, a su vez, volantes donde acusan al Ministro del Interior de malversación flagrante de fondos de pagados por los contribuyentes para la elaboración de "pasaportes de urgencia" que debían pasar al fisco y que eran retirados personalmente por el Ministro del Interior.

A raíz de este hecho, el Primer Ministro acusa al del Interior de insubordinación y de fechoría criminal. Pero ni lo destituye ni le pide su renuncia y éste último queda en su cargo.

Por su parte, el Primer Ministro tampoco renuncia. El Parlamento no le retira el voto de confianza y también se queda en su puesto.

El 3 de Septiembre, se desató otro escándalo a nivel del Ejecutivo. El Ministro de Educación, Juventud y Deportes, Georges Gaston Merisier, se ve impedido de dejar el país, invitado a una conferencia de la UNESCO sobre Educación, por el Mismo Ministro el Interior, quien le hace saber que tiene una prohibición de salida por órdenes superiores. El Ministro de educación renuncia a su cargo en el acto. El Primer Ministro y el Presidente no aceptan su renuncia. El Ministro de Educación se retira de su puesto durante aproximadamente un mes que corresponde justamente al regreso a clases de las escuelas, momento crucial en sus funciones, luego de que los exámenes de estado del bachillerato habían sido un caos escandaloso. Luego reaparece en escena y reasume sus funciones sin que aparentemente nada grave hubiera sucedido.

Estos no son sino unos de los múltiples escándalos que dan una idea del caos político reinante en el seno mismo del Ejecutivo.

Esta situación de anarquía e insubordinación, tomada como ejemplo, se repite a diferentes escalas de la administración pública, volviendo las instituciones caóticas y no-funcionales. El aparato de estado se encuentra paralizado por el caos.

¿Cómo interpretar una situación donde a los más altos niveles del Poder Ejecutivo se asiste a una situación tan caótica que termina de paralizar a1 país, independientemente de la crisis política derivada de las varias y sucesivas elecciones contestadas que lo paralizan a nivel económico y político desde Mayo del ’98 cuando renunció el Primer Ministro Rosny Smarth?.

Hay que tener en cuenta de que se trata de luchas de poder entre los hombres de Lavalasse, a menudo alimentadas por el mismo Presidente según informaciones que se filtran al conocimiento público. El Presidente, en vez de resolver los conflictos y las divergencias entre los Ministros, alimenta el caos. Le quita así todavía más credibilidad al estado, tomando el control absoluto y quedando como el líder único aunque sea basado en la nada, pero sin nadie de su entorno que se oponga ni le haga sombra. Aristide parece haber sustituido el dicho de Louis XIX: " Después de mí el diluvio" por este otro: "Yo soy ya el diluvio y nada puede existir fuera de mí", como si quisiera transformar el nombre metafórico de su partido " La Familia Avalancha" en una realidad permanente. Veremos luego la teoría de Hannah Arendt sobre el movimiento perpetuo como motor de los poderes totalitarios.

Es así que todo este primer año del segundo mandato de Aristide se ha ido, a nivel gubernamental, en luchas internas, caos, corrupción desbordada e intrigas que han dado un año nefasto para el país entero.

El presidente Aristide como gobernante ha superado todas las expectativas más negativas de sus más acérrimos detractores, logrando sorprenderlos incluso a ellos con su capacidad de ir siempre más allá en sus acciones. Su fortuna actual, acumulada en los 10 años de régimen de su partido (con 3 años de exilio), mientras que el país ha sido devastado económicamente y la pobreza aumenta cada día, es una de las más importantes del país según declaraciones diarias de la prensa. La ostentación de riqueza de los hombres de poder, el despliegue de fuerza de sus ministros que circulan por las calles en vehículos de lujo con vidrios ahumados y guardias de seguridad con sirenas que aterrorizan a la ciudadanía común, las casas de lujo, la impunidad de los esbirros, disfrazados de miembros de "grupos populares", la creación a falta de ejército de una milicia de contornos indefinidos, todo esto no ha hecho sino perder toda la imagen inicial y el apoyo popular con que contó y que hubieran podido dar a Haití la mejor oportunidad de su historia de salir del atraso y la miseria en que se hunde cada vez más y a cada momento.

El discurso de Aristide de regreso al poder en Febrero de este año 2001, antes de que su Primer Ministro presentara su programa de gobierno, prometió, con una ligereza en todos los campos, una serie de realizaciones tan fantasiosas y de envergadura que nadie creyó, pero que son lo que todos los haitianos soñamos con ver realizados un día. Este tipo de discurso, una vez terminado su primer año de mandato, donde ni una de sus promesas se ha cumplido, destaca todavía más la ausencia total de realizaciones.

Frente a un año tan caótico y catastrófico y a una corrupción tan escandalosa, se ha generado en el país un descontento general de tal magnitud que toca su mismo partido en el poder y que por primera vez ha creado un movimiento popular espontáneo en todas las regiones del país, que han comenzado a preocupar al régimen. En este caso, los chivos expiatorios que han sido utilizados, como la Comunidad Internacional que no le desbloquea los fondos, o la Convergencia Democrática en la oposición, no son ya suficientes. Se necesita entonces un chivo expiatorio dentro del mismo Lavalasse, al más alto nivel, para alejar los ataques contra el Presidente. El Primer Ministro es el personaje indicado. Algunos miembros del partido hacen saber que es el mismo Presidente quien lanza los ataques contra su Primer Ministro y el Presidente no lo desmiente.

A diferencia de los anteriores en ese cargo, como Robert Malval y Smarck Michel, que no quisieron aceptar este papel y las humillaciones y renunciaron al cargo, Cherestal, sigue estoico en su puesto.

2.2. A nivel del Parlamento.

Los escándalos a nivel del Parlamento, no han sido menores.

Ante todo hay que recordar que este Parlamento es producto de unas elecciones contestadas, cuyo conflicto aún bloquea al país y donde el partido de gobierno tiene el control absoluto de ambas Cámaras y donde, en teoría, el Senado, al menos se debe reunir de manera permanente. Sin embargo, no se ha logrado reunir sino esporádicamente, debido a un ausentismo permanente de sus miembros y de lo cual, el Presidente del Senado se debe quejar constantemente, pero sin que se lleguen a tomar verdaderas medidas para evitarlo.

Por otra parte, al día siguiente de que el Vice-Presidente del Senado, Fourel Celestin

lanzara las hostilidades contra el Primer Ministro, insinuando su participación en el

despilfarro de los bienes del Estado frente a la miseria que sufre el pueblo, 54 Diputados responden a Fourel Celestin, exigiéndole que explicara como había podido comprar uno de los modelos de Mercedes Benz más caros, acusándolo de haber tomado 300 mil dólares de los fondos destinados a los estudiantes haitianos en Cuba para sus fines personales.

Por su parte, el Senador Gerald Gilles, en una declaración a la Prensa, dice que sospecha que los escándalos y las acusaciones concernientes al Primer Ministro y al Ministro de Relaciones Interiores, podrían aplicarse a todos los demás ministerios. Hay que decir que el Senador Gilles mismo, había sido acusado (ver el Periódico "Haití Progrés del 11 al 17 de Julio de 2001), junto con otro colega, Lans Clonés y dos altos jefes de la policía, de estar implicados en la desaparición de 700 mil dólares secuestrados a un traficante de drogas en el aeropuerto.

Pero uno de los escándalos más fuertes, fue cuando el 16 de Noviembre, se secuestra y asesina para robarlos, a dos cambistas que operan en la calle. Los autores fueron arrestados en el carro del Diputado, Jean Robert Placide, quien declara simplemente que había prestado su carro a un amigo.

El 27 de Noviembre, el portavoz de la organización lavalasiana "Bale wouze" ("Barrido total"), Figaro Desir, declara que los Senadores Gerald Gilles y Clonés, que habían sido supuestamente secuestrados en la ciudad de St. Marc, en medio de una manifestación de grupos pro-gobierno contra el Primer Ministro, en realidad habían pagado 5000 $ dólares americanos para organizar su propio secuestro y llamar la atención sobre ellos, habiendo sido luego "liberados" y trasladados en helicóptero hasta Puerto Príncipe.

Desir dijo que habían pedido directamente al Presidente que los expulsaran del partido.

A finales de Septiembre y principios de octubre comienza en Cabo Haitiano, en el marco de un acuerdo firmado entre el Gobierno haitiano y el de los Estados Unidos, una campaña destinada a combatir el tráfico de drogas por parte de la Policía Nacional en colaboración con la Brigada Federal Antidrogas, del gobierno americano, llamada "Operación Huracán". Justa o injustamente varios conocidos comerciantes de la ciudad son arrestados. Antes que un Tribunal diera su sentencia en el caso, un Diputado, sin ninguna autoridad legal, se presentó y liberó a los arrestados. Hubo protestas, pero todo terminó allá sin que se oyera hablar más del caso.

El caso más grave y que más ha atraído la atención nacional e internacional ha sido del actual primer Senador por el Dep. del Oeste, contestado en las elecciones, Danny Toussaint. Este es un ex Mayor del ya desaparecido ejército haitiano, hombre de confianza del Presidente y principal sospechoso en la encuesta que se realiza en relación al asesinato del periodista Jean Dominique, quien lo había acusado en uno de sus programas de ser uno de los principales traficantes de drogas. Indiciado en la encuesta que se sigue por el asesinato de este último hace ya 1 año y medio y Jefe de la Comisión de Seguridad del Parlamento, de quien se dice dirige grupos de los famosos "Quimeras" y presentado por su mismo abogado como un eventual sucesor de Aristide, se encuentra en el centro de atención de la lucha contra la impunidad. En este proceso y en de una trama digna de una película de intriga o thriller, donde varios de los testigos son también asesinados, dos de los más importantes en las manos de la policía misma, el Juez es objeto de todo tipo de presiones y amenazas de hasta un Diputado, al punto de abandonar el país y su puesto por un tiempo y luego volver a reasumirlo gracias una fuerte campaña nacional e internacional de apoyo al Juez para la solución del crimen. El Juez acusa formalmente al Senador Toussaint como uno de los principales sospechosos de la autoría intelectual y pide que se le levante su inmunidad Parlamentaria para ser juzgado.

Toussaint declara el 30 de Mayo que no será chivo expiatorio de este caso, que él es inocente y que si se lo llegara a inculpar formalmente él podría sacar a la luz pública muchos hechos que comprometerían a otros, dando por adelantado algunos ejemplos tales como que el carro del Presidente Preval, durante su mandato, servía para trasporte de drogas y pide que arresten también al ex Presidente por el asesinato del Coronel Lamy, hecho acaecido durante su presidencia.

A pesar o gracias a semejantes declaraciones, hasta ahora no se le ha levantado la inmunidad parlamentaria y el 4 de Enero del 2002, por ley, se acabará el mandato al Juez de instrucción Claudy Gassant, quien debería ser reemplazado por otro Juez que debería comenzar el caso desde cero y ser nombrado por el Presidente de la República.

Del 21 al 23 de Noviembre, el Secretario General de Reporteros sin Fronteras, Robert Menard vino en misión a Haití y declaró en una conferencia de prensa que hacía responsable al Senado de la República y directamente al Presidente Aristide por el bloqueo de la Justicia y la impunidad de los sospechosos en este caso particular y de tantos otros.

Se puede imaginar con estos hechos que el Parlamento es, en la historia misma de Haití, uno de los más ineficientes, escandalosos, caótico y un factor de descrédito de la institución parlamentaria, de la función del parlamentario y de la democracia en general.

El único factor que parece unir a los parlamentarios es su fidelidad al presidente, aunque algunas veces den la impresión de que sus ataques al Primer Ministro son ataques velados e indirectos también al Presidente.

2.3. A nivel de la justicia y de la seguridad Pública.

El caso Danny Toussaint es un caso elocuente no solamente del caos que reina en el Parlamento sino del caos existente en la justicia y en la seguridad pública. En efecto, dos de los testigos citados por el Juez de instrucción en el caso, son jefes de dos organizaciones

populares lavalasianas "JPP" ("pase lo que pase") y "TKL" (Pequeñas comunidades de base de la Iglesia) de la Iglesia de los salesianos, René Civil y Paul Raymond. Ambos, designados por el Ministro de Justicia como fugitivos de la ley, por no presentarse ante un mandato del Juez en el caso de la encuesta sobre el asesinato de Jean Dominique, dieron una conferencia de prensa sin que fueran interpelados ni arrestados por la policía en las oficinas mismas del Ministerio de Relaciones Interiores, donde disponen de una oficina.

Pero el caso más famoso es el Roland Camille, conocido como "Roland Cadavre" (Cadáver). Jefe de banda de organización popular, particularmente violento, se vuelve famoso porque en Noviembre del 2000, mientras Aristide va a depositar su candidatura como candidato a la Presidencia, dirige una manifestación de apoyo al Presidente. El Comisario de Policía de la época de Delmas, Jacky Nau intenta desarmarlo, Cadáver le pone un caucho al cuello del Comisario y lo amenaza de quemarlo vivo. Nunca fue arrestado por este hecho y luego su fama de violento sigue aumentando en diferentes manifestaciones callejeras hasta que este año mató a un pobre delante del Parlamento, en presencia de Diputados. De nuevo ordenan su arresto, pero sigue dirigiendo manifestaciones contra la oposición sin que nadie ose tocarlo.

Hay que recordar que en Haití, el Ministerio de Justicia es el Ministerio de tutela de la policía y de la Secretaría de Estado a la Seguridad Pública.

Otro caso que ha suscitado profunda inquietud por el porvenir de la justicia en el país y del Estado de derecho, ha sido una declaración del Presidente y sus consecuencias.

Frente al fuerte aumento de la inseguridad, en especial de los secuestros, de manera inquietante, el 20 de junio el Presidente volvió a repetir el Slogan "Cero tolerancia" lanzado cuando la campaña del Alcalde Giuliani contra la inseguridad en Nueva York. Durante su discurso de toma del poder el 7 de Febrero ya lo había lanzado con la explicación siguiente: "...Si un bandido intenta robar un vehículo, es culpable y el policía no necesita llevarlo al tribunal.......". Todos interpretaron que con eso se daba carta blanca para realizar ejecuciones sumarias.

En efecto, los linchamientos y ejecuciones comenzaron, quemando vivos a supuestos bandidos, llegando a un número de 200. Existe el testimonio de un policía publicado por el periódico "Le Monde" de Francia, que confiesa, que participó en el marco de este slogan en la ejecución de unos 50 individuos en 2 meses.

El mismo Brignol Lindor, el periodista matado a machetazos por un grupo pro Lavalasse, el 3 de diciembre, fue víctima de la aplicación de la fórmula "Cero tolerancia", lanzado contra él por el Alcalde de la ciudad de Petit-Goave.

Las organizaciones de derechos humanos calificaron de lamentable e irresponsable la declaración del Presidente y denunciaron esta fórmula como un abandono de la justicia formal, del Estado de derecho y la instauración de la pena de muerte que la Constitución del ’87 había abolido. Hubo hasta quien propuso que al menos que se volviera a establecer formalmente la pena de muerte pero que no se siguiera aplicando esta forma de ejecuciones, crueles y sumarias dignas de la barbarie medieval.

Los líderes de la oposición denunciaron esta política como un instrumento de terror y una vía para eliminar a cualquiera bajo cualquier pretexto.

Los acontecimientos del 28 de Julio y del 17 de diciembre de este año independientemente del caos que reina en los Tribunales y en las cárceles, son la mayor demostración de las deficiencias e incapacidad de la Policía y de los sistemas de seguridad a pesar de todos los cursos de formación dictados y de las importantes sumas de dinero invertidas en este sector.

En efecto, el 28 de Julio de este año, un comunicado del gobierno pasado por las radios hacía saber a la población que un comando había atacado la base principal de la policía, la Academia de Policía, causando 5 muertos y 15 heridos entre los policías, huyendo luego los atacantes hacia la República Dominicana. Según el gobierno y una comisión de encuesta que se creó, los organizadores de este ataque eran ex militares que actuaban desde la Rep. Dominicana. Circularon varias versiones de los hechos. Una decía que se trató de un ajuste de cuentas habituales en la policía haitiana, por cuestiones de drogas, esta vez, de mayor proporción. Otra versión que corrió, era que los organizadores de este ataque eran los ex policías que estaban en exilio después de haber sido apresados por un intento de golpe de estado durante el gobierno de Preval, entre ellos Guy Philippe y Jacky Nau, los cuales actuaron en complicidad con otros policías en funciones.

De todos modos, la Comisión de encuesta no logró explicar nada de lo sucedido a la opinión pública y todos quedaron sorprendidos por la facilidad con que los atacantes pudieron actuar sin que se apresara a ninguno y del caos que reina dentro de las fuerzas de seguridad, capaces solamente en caso de represión contra la población civil.

El último acto de este tipo en este año sucedió el lunes 17 de diciembre, cuando la población de Puerto Príncipe se levantó bajo el shock de la noticia de un supuesto golpe de estado.

Según fuentes del gobierno, durante horas de la madrugada del 17, un grupo de hombres fuertemente armados, 80 según una versión y 33 según otra, los cuales hablaban Creole y Español (a cada nueva explicación de los hechos por parte de los diferentes representantes del gobierno, se tuvieron nuevas versiones, a cuál más surrealista), irrumpieron por la fuerza en el Palacio Nacional y luego de un intercambio de tiros con la guardia del palacio, que causaron 1 muerto entre los atacantes y 2 policías, los atacantes huyeron sin dejar huellas y desaparecieron.

El Presidente y su familia no estaban en el Palacio Presidencial y se encontraban en su residencia en total seguridad, indicó un comunicado oficial.

Todas estas explicaciones de los hechos muy vagos y confusos, fueron tomadas con mucha desconfianza al principio y luego con descrédito por la gran mayoría de la población ya acostumbrada a otros 2 intentos de golpe denunciados por el gobierno que tampoco lograron esclarecerse ni dar con los responsables.

El gobierno por su parte, dijo haber identificado a los autores como antiguos militares y sectores de la oposición, insinuando que podrían haber ciudadanos dominicanos implicados, lo que era un llamado implícito a la unidad nacional contra un enemigo externo y pidió a la población a movilizarse y salir a las calles para defender su Presidente.

Unas centenas de personas apenas, algunos armados de palos y machetes y otros con niños entre ellos, armados con armas pesadas fueron vistos ser depositados por camionetas del estado en puntos estratégicos de la ciudad, poniendo barricadas de cauchos en fuego.

Al mismo tiempo, grupos próximos del poder, atacaron, saquearon e incendiaron todos los locales de los partidos de oposición, el de la Convergencia democrática, casas vecinas el local del Kid (el 3º local quemado) el del Konakom, el del ALA y el de la OPL, miembros de la misma, las casas privadas de dirigentes políticos de la Convergencia, Gerard Pierre Charles, Victor Benoit en Port-au-Prince y el Pastor Mesadieu en Gonaives, donde quemaron vivos a 2 de sus guardias de seguridad, así como también el Instituto de Investigaciones CRESFED, dirigido por Suzie Castor, esposa del Prof. Pierre Charles, donde rociaron con gasolina y quemaron vivo al perro guardián, robaron y destruyeron los materiales del Instituto Francés de Haití, hechos que no se veían en Haití desde la época de François Duvalier.

Por su parte, ese día, los periodistas que cubrían las noticias y la prensa en general fueron objeto de fuertes presiones y agresiones por parte de las bandas armadas en la calle que obligaron a varias radios a cesar sus trasmisiones y a no pocos periodistas a protegerse y refugiarse hasta en embajadas.

El Presidente Aristide dio esa noche un discurso con un llamado a la defensa "del régimen democrático", diciendo que los atacantes habían huido "en calzoncillos" (sic).

Los hechos, que dejaron unos 20 muertos, 10 heridos y 20 casas incendiadas en las acciones callejeras del día, dejaron una situación donde la tensión sigue siendo viva, con declaraciones y acusaciones contrarias de parte del gobierno y de la oposición. Pero la sensación generalizada de parte de la población en general es de que se ha tratado de un "golpe montado" o autogolpe para justificar la represión máxima contra la oposición y la prensa y entrar por la fuerza ciega, en control del país. En momentos en que el gobierno y el Presidente mismo se encontraban sumamente debilitados por acciones tales como el asesinato a machetazos del joven periodista Brignol Lindor el 3 de diciembre para el cual toda la sociedad clamaba justicia y el arresto de los culpables, quienes habían confesado el crimen y que hasta ahora no han sido arrestados.

El asesinato de Brignol Lindor levantó una ola tal de protestas a lo largo y ancho del país, que el descontento de todo el año contra el gobierno y contra Aristide, comenzó a tomar una amplitud y fuerza tales, con una huelga general y manifestaciones en Cabo Haitiano, Gonaives, St. Marc y otras ciudades, que hicieron temer al gobierno perder el control total de la situación y ver estas manifestaciones convertirse en movimientos de masa como los que se estaban viendo paralelamente en Argentina y Venezuela contra los malos gobiernos.

Es en ese contexto que aparece como sacado del sombrero de un mago, el fallido intento de golpe de estado del 17 de diciembre, 15 días después del asesinato de Lindor, el que le permitió al gobierno retomar el control por el terror producido por las milicias que actuaron en las calles en todo el país y contra la oposición en la capital.

Si realmente el intento de golpe de estado hubo lugar, aunque que nadie lo cree, éste fue muy mal organizado y no sirvió sino para darle al gobierno una justificación para reprimir y lograr que los organismos internacionales, por principio, debieran condenar tanto ese intento de golpe como las represalias criminales, poniéndolos en la misma balanza.

Evidentemente, las respuestas de las bandas armadas dirigidas por Lavalasse fueron tan desproporcionadas y concentradas contra miembros de la oposición que no tuvieron nada que ver en el dicho fallido intento, que aunque éste hubiera sido cierto, a mediano plazo siguen desacreditando a Aristide y su partido alejándolos aún más las posibilidades de recibir la ayuda económica internacional que tanto esperan.

2.4. En la Dirección Nacional de Impuestos (DGI)

En Haití, la Dirección General de Impuestos es considerada por los contribuyentes tradicionalmente como una de las principales "gallinas de los huevos de oro" de los gobiernos de turno que sirve para sacar plata al sector privado y a los ciudadanos sin que estas recaudaciones sirvan para devolver en servicios a la ciudadanía los impuestos pagados.

En efecto, aparte de los impuestos legalmente recaudados, a menudo los inspectores de la DGI ejercen chantajes de todo tipo contra los contribuyentes que no tienen suficiente apoyo político, de los cuales tratan de sacar gruesas tajadas de manera totalmente arbitraria, apoyados en una impunidad cómplice de las autoridades responsables.

Por otro lado, cientos de otros impuestos directos e indirectos, junto con los impuestos aduaneros y otros, son utilizados para otros fines que los que deberían emplearse: dar servicio a la ciudadanía.

Hoy más que nunca, todo el sistema de recaudación es un caos que hace desesperar al ciudadano que quiere pagar sus impuestos normalmente. Para resolver estos problemas existe un sistema bien organizado de "intermediarios" y "facilitadores" que "ayudan a agilizar los trámites" en los alrededores de las oficinas donde éstos deben pagarse, en acuerdo con los funcionarios y empleados, a los que a menudo hay que pagar montos que superan el impuesto que luego se va a pagar al fisco.

Habiendo sido suspendida la ayuda internacional en gran parte a raíz de los fraudes electorales del 2000, el gobierno haitiano está tratando a través del fisco de lograr las máximas recaudaciones posibles de los contribuyentes.

Para el ejercicio fiscal 2000/2001, el presupuesto del estado fue de 8 mil millones de Gourdes con un déficit de 2 mil millones. Este año ha sido aumentado a 13 mil millones, o sea 5 mil millones más. Nadie entiende como habiendo tenido un déficit del 25 % el año pasado, para el próximo 2001/2002, se aumente en un 62% el nuevo presupuesto sin que la crisis política y económica que bloquea al país tenga miras de resolverse y de dónde saldrán los fondos que cubrirán ese déficit que será muchísimo mayor que el del 2000/2001.

2.5. A nivel de los Poderes Locales.

Numerosos organismos públicos, en especial las alcaldías, se encuentran en una situación caótica y han sido teatro de escándalos de diferente tipo. Muchos de ellos por conflictos y agresiones entre los miembros del cartel que conforman el Acalde principal y sus adjuntos. Otros, por conflictos con los empleados a quienes no le pagan sus salarios de varios meses, con militantes de la Lavalasse que protestan por no ser pagados por sus actos de vandalismo contra la oposición o pidiendo trabajo.

La principal Alcaldía del país, la de Puerto Príncipe ha vivido bajo escándalos permanentes que no han cesado desde el regreso de Aristide al poder en el ’95. Primero con el popular cantante Manno Charlemagne, que a pesar de haber sido elegido bajo la insignia de Lavalasse, poco tiempo después comenzó a tomar una serie de medidas insólitas, como salir a romper personalmente vidrios de carros mal estacionados en las calles de la capital, a pelearse y disparar contra sus alcaldes adjuntos y comenzar lanzar virulentos ataques contra la dirigencia Lavalasse.

Durante el Gobierno de Preval (del ’95 al ’00) declaró que el Palacio Nacional era el centro del tráfico de drogas, que durante el gobierno de los militares, los cadáveres encontrados en la calle eran de indigentes muertos sacados de la morgue por militantes para presentarlos a la prensa como oponentes asesinados.

Por fin fue reemplazado por sus dos adjuntos después de haber amenazado de renunciar para quedarse en su puesto luego como "Alcalde de-facto".

En las últimas elecciones contestadas del 21 de Mayo del 2001, accedieron a las alcaldías, los candidatos del partido "Familia Lavalasse". La de Puerto Príncipe fue asumida por un Cartel presidido por la Sra. Marie Yves Pomponneau Duperval. Desde entonces, hasta su simple destitución por el Presidente el 5 de Noviembre, sin seguir las normativas legales, la Alcaldía ha sido bloqueada por las luchas entre ella y sus dos adjuntos, quienes la acusaron de robo y favoritismo a sus acólitos. Una de las últimas fue una batalla armada para el control del tráfico macabro que se ejerce con los muertos del cementerio de Puerto Príncipe.

Otra de las Alcaldías principales de la zona metropolitana, la de Delmas, igualmente, durante todos los gobiernos Lavalasse, ha sufrido de escándalos que la han bloqueado, muy en especial con los dos alcaldes Norzeus y Merilus, conocidos como "los Romanos de Delmas", por sus nombres latinos, que han impedido el funcionamiento de esa alcaldía, amenazándose con armas y revelando públicamente secretos de sus vidas privadas y de Lavalasse, irrepetibles en un estudio de este tipo.

Pétion-Ville, pequeña ciudad adjunta a Puerto Príncipe, la única ciudad del país que había conservado su aspecto de "ciudad normal" y considerado como el lugar de residencia de la burguesía, está sufriendo un proceso de desintegración acelerado. En los últimos 10 años de Lavalasse y muy en especial en los últimos 5, las colinas bellísimas que la rodeaban ha sido invadidas por barrios marginales. Sus calles han sido invadidas por vendedores ambulantes que ocupan cada acera con más de 50 cm. de ancho volviéndolas intransitables a peatones y vehículos, cabritos, cochinos, pollos y otro tipo de animales que circulan libremente por las calles y carcasas de carros y otros desechos abandonadas como ya ha sucedido desde hace mucho en Puerto Príncipe. Pilas de a veces 2 metros de altura de basura se acumulan en cada esquina. Este fin de año, este fenómeno de acumulación de basuras en casi todo Pétion-Ville se vió aumentado de manera notable e insoportable para los ciudadanos que pagan sus impuestos y hasta para los propios vendedores ambulantes. Se acusó a los mismos empleados de la alcaldía que han manifestado violentamente contra sus superiores, ensuciando de excrementos y paralizando la Alcaldía este diciembre para protestar su descontento, de ser los responsables en parte del fuerte aumento de las basuras en las calles desde noviembre de este año, para presionar a los responsables a que les paguen sus sueldos.

En las provincias, las Alcaldías no están mejor. Razón por la cual, el mismo Presidente ha procedido, tal es la magnitud de los hechos, a destituir a varios Alcaldes.

Hay dos caso en la provincia que merecen especial atención: El caso del Alcalde de la ciudad de Hinche, Dongo Joseph y el de Petit-Gôave, el Vice-Alcalde Dumais Bony.

En Hinche, el 21 de Marzo, Dongo Joseph participó personalmente en actos de agresiones brutales a golpes contra los Jueces Cantave Joseph y Felito Gauthier. Luego de estas acciones, 21 jueces protestaron formal y públicamente pidiendo que se aplique la ley en su contra. El 19 de Abril, fué arrestado por orden del Ministro de Justicia y liberado poco después porque la Asociación de los Alcaldes del Norte, todos del movimiento Lavalasse, amenazaron con cerrar todas las Alcaldías de 3 Departamentos del país: Norte, Noreste y Centro, si no lo liberaban. El Ministro de Relaciones Interiores también pidió su liberación. Volvió a su cargo y finalmente a fin de este año ha sido destituido a raíz de otro escándalo que se dio en octubre, donde el Senador de su Departamento del Centro, lo acusó de haber robado 400.000 Gdes. destinados a construir un mercado público. Dongo Joseph se defendió diciendo que él no necesitaba robar tan poca plata, pues esta suma le servía sólo para tomar cerveza en el patio de su casa y que los grandes ladrones estaban en los ministerios.

Pero los últimos y más graves han sido los hechos de Petit Goave. Hay que decir que esta ciudad ha sido un foco de la oposición contra Lavalasse. Todo este año ha sido escenario de manifestaciones y protestas contra el Presidente mismo. En este contexto, el Vice-Alcalde Dumais Bony, apoyado por todo el cartel de la alcaldía, lanzó la fórmula del Presidente Aristide "cero tolerancia", considerada como una condena a muerte, contra el joven periodista independiente Brignol Lindor, acusándolo ser miembro de la oposición.

Inmediatamente después, una organización pro-Lavalasse, ejecuta en presencia de testigos, al periodista en la calle en pleno día y reconocen su crimen en una declaración grabada, hecha a representantes de una asociación de periodistas. Hasta ahora ni los autores, ni el Vice Alcalde han sido arrestados a pesar de la fortísima campaña de toda la prensa nacional e internacional que piden castigo a los responsables de este crimen.

Estos hechos han sido catalogados por la prensa como una forma evidente de "terrorismo de estado" aplicado por milicias a sueldo, disfrazadas de organizaciones populares. El mismo caos organizado para sus fines, se vuelve tal que todos los que no están en el gobierno se sienten amenazados por un peligro amorfo e indefinido que rodea a todos los ciudadanos.


3. El caos como método de conservación del poder.

Las elecciones del 26 de Noviembre del 2000 que llevaron a Aristide a la presidencia con un 95 % de los votos y un 5% de participación, no han hecho otra cosa que agravar aún más la crisis que atraviesa el país desde hace 3 años, cuando se bloquearan por denuncia de fraude de parte de la oposición el primer intento de elecciones legislativas, durante el gobierno de Preval en Mayo del ’98.

En efecto, al no efectuar el gobierno Lavalasse las correcciones pedidas por la oposición en el segundo intento de las mencionadas elecciones parlamentarias y municipales realizadas en Mayo del 2000, estas elecciones por segunda vez no fueron reconocidas por la oposición, debido a fraude.

En estas condiciones, las presidenciales el 26 de Noviembre del 2000, se realizaron contra viento y marea, con un nuevo Consejo Electoral Provisional totalmente desacreditado y sin la participación de otro candidato conocido, aparte de Aristide.

La oposición, reagrupada en el frente llamado "La Convergencia Democrática" integrada por grupos y partidos políticos de todas las tendencias, derecha, democristianos y socialdemócratas, declaró ilegítimo el poder de Aristide.

Así, el 6 de febrero del 2001, un día antes de la juramentación de Aristide como Presidente, La Convergencia nombró un Presidente Provisional con la misión de realizar verdaderas elecciones generales dentro de 2 años. Este Presidente es Gerard Gourgue, abogado de 74 años, de gran reputación, ex-presidente en la Junta de Gobierno que reemplazó a Jean Claude Duvalier a su caída en 1986, Candidato a la Presidencia en las elecciones del ’87, abortadas por los militares y conocido desde la época de los Duvalier como defensor de derechos humanos.

Este hecho no hubiera debido incomodar mayormente al gobierno de haber éste tenido suficientes recursos económicos como para comenzar sus programas de desarrollo, sumamente ambiciosos y casi irrealistas a juzgar por el discurso de Aristide el día de su segunda investidura como Presidente, como ya dijimos.

Sin embargo, la crisis política debida a la falta de concretización de un acuerdo político entre Lavalasse y la oposición en todo este año 2001, ha seguido bloqueando la obtención de recursos financieros de la comunidad internacional.

En una marcha realizada a principios de Marzo de este año por unos 1.000 ex-militares de bajo rango que pedían el pago de parte del estado de sus pensiones, descontadas de sus salarios durante sus años de servicio luego de ser disuelto el ejército por decreto del presidente Aristide en 1995 a su regreso del exilio, los mismos manifestaron su apoyo al Presidente Provisional G. Gourgue. Este y otros hechos se vieron seguidos de violentas manifestaciones de grupos no muy numerosos, pro-Familia Lavalasse, orquestadas y apoyadas públicamente por el Presidente del Senado y otros funcionarios del gobierno, que reclamaban el arresto de Gerard Gourgue.

Estas violentas manifestaciones comenzaron el sábado 17 de Marzo y se prolongaron hasta el miércoles 21 cuando el Presidente Aristide se dirigió finalmente a la nación a través de un cassette de audio pasado por la radio y la televisión. Su discurso no aportó nada nuevo, pero desde entonces las manifestaciones cesaron en la capital, dirigiéndose a otras ciudades del país, como una en el Plateau Central para impedir una manifestación campesina organizada por Chavannes Jean Baptiste, dirigente campesino aliado a La Convergencia y antiguo lugarteniente de Aristide, la cual se realizó a medias debido a la violencia dirigida contra ellos por grupos pro-gubernamentales.

Luego se reportaron fuertes disturbios en la ciudad de Petit-Goave, después de haber pasado por Gonaives y otras localidades.

Las manifestaciones en la capital fueron particularmente violentas y repartidas por toda la ciudad con cauchos quemados, piedras, botellas que los manifestantes pro-Lavalasse tiraban a los vehículos y peatones pidiendo el arresto inmediato de Gerard Gourgue y de los líderes de la oposición.

Estas manifestaciones se concentraron frente al local de la OPL, que es a la vez la sede del grupo de Convergencia donde se atrincheraron durante 2 días unos 50 militantes que fueron sitiados por los grupos pro-lavalasianos que querían ponerle fuego al local con bombas molotov y lincharlos. Los agredidos estaban armados y se defendieron impidiendo el asalto frente a una policía impotente y paralizada y uno de los manifestantes pro-gubernamentales fué herido de bala y murió. Este intento lo volvieron a repetir, esta vez con éxito, el 17 de diciembre, como ya lo dijimos

Otro objetivo de los manifestantes fué el local de la escuela que dirige su esposa y residencia a la vez de Gerard Gourgue, que fué apedreado con niños dentro aún, pero los agresores no lograron entrar.

En realidad los manifestantes no han sido pocos, lo que los ha hecho fuertes ha sido y es su agresividad y la impunidad con que han podido actuar frente a la inacción y protección de la policía.

Por su parte, grupos de la sociedad civil y de derechos humanos exigieron al gobierno el cese de la violencia e inmediatas negociaciones con la oposición para llegar a compromisos aceptables para todos que permitieran finalmente, por la vía del diálogo desbloquear el país y comenzar un período de "normalidad" que lo abriera al progreso y al desarrollo.

En este contexto y ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre las partes haitianas, a pesar de los esfuerzos de varios sectores de la sociedad civil reunidos en un grupo llamado "Grupo de iniciativa de la Sociedad Civil", la OEA dio inicio a 18 misiones de mediación encabezadas por el Embajador norteamericano ante la OEA Luigi Enaudi y Vice-Secretario General de la misma y luego por el mismo secretario de la OEA y el ex Presidente de Colombia, César Gaviria.

Estas misiones no llegaron a concluir ningún acuerdo real en cuanto a los puntos candentes de la crisis.

Una de estas negociaciones que hicieron pensar en que el conflicto estaba a punto de resolverse, se prolongó durante varios días hasta de madrugada y casi al final, Lavalasse hizo una propuesta de que ellos aceptaban que se rehicieran las elecciones del 21 de Mayo a cambio de que no se discutiera más sobre la legitimidad de la elección de Aristide. La Convergencia aceptó sorpresivamente.

Fue en ese momento, cuando el Primer Ministro, en representación de Lavalasse al ver que esta propuesta era aceptada y que iban a tener que rehacer las mencionadas elecciones que han sido un punto de honor para ellos, dijo que de todos modos, antes de firmar ese acuerdo, él debía consultar las bases del partido y todos los elegidos a ver que pensaban ellos. Así fue como se levantó la reunión, sin nueva fecha para proseguir.

Algunos calificaron a esta nueva ronda de reuniones "un fracaso", otros, que algo se había adelantado y que había que seguir en el mismo punto en que esta reunión anterior.

Hasta este fin de año 2001y después de esa reunión, nada nuevo se ha concluido y a través de declaraciones públicas de se sigue dando vueltas sobre el mismo punto desde hace un año, por parte de la oposición afirmando que las elecciones son inaceptables y que no pueden permitir al equipo Lavalasse tomar el control total del país por elecciones fraudulentas y por parte de Lavalasse, que las elecciones fueron libres y que "el voto popular no puede negociarse para no traicionar al pueblo".

En su penúltima misión de este año al país, luego de los ataques terroristas del 11 de Septiembre que conmovieron a los Estados Unidos y al mundo, Luigi Enaudi llegó anunciando que los dirigentes haitianos debían tener en cuenta que después del 11 de Septiembre el mundo no era ya el mismo de antes y que no se podía seguir con la misma política de antes.

El Presidente Aristide, el Presidente del Senado y otros miembros del Gobierno Lavalasse parecieron contestar a Enaudi diciendo en varios discursos públicos que los que aplicaban las sanciones económicas contra Haití eran ellos también terroristas económicos.

En el estado actual de las negociaciones, para mediados de Diciembre, después de la 17º visita del Nº 2 de la OEA, Luigi Enaudi, parece que la OEA quiere seguir considerando las reclamaciones de la oposición y que es Lavalasse quien es intransigente en llegar a un acuerdo. Enaudi nuevamente se fue sin lograr una solución y plantea volver en enero para seguir con las negociaciones.

Sin embargo, después de los violentos hechos contra sus dirigentes del 17 de diciembre, la Convergencia democrática se rehúsa a seguir con las negociaciones y se está a la espera de la decisión de la OEA en enero del 2002 sobre el futuro de la democracia en Haití.

Toda esta situación política y estas negociaciones irresueltas refuerzan la sensación de un caos que se instala y se vuelve sistemático como en todas las otras esferas de la vida pública.

A este punto uno se pregunta si el caos es el resultado simplemente de la falta de control de sus seguidores y de la situación en general en todos los campos por la naturaleza misma del movimiento Lavalasse, por la incompetencia e ineficiencia de los cuadros dirigentes de este movimiento, por el individualismo y el solo interés personal que los guía y por su visión arcaica de la política y de la economía. Muchos analistas han invocado en estos días las semejanzas entre la actuación de los dirigentes de Lavalasse y François Duvalier, sobre todo por el Maquiavelismo, la crueldad y el terror y la aplicación de los principios del famoso Cardenal Mazarino por el Presidente, sicólogo y ex sacerdote.

Pero otros han subrayado también que François Duvalier dominó a Haití por el terror implacablemente y con mano férrea pero a diferencia de Lavalasse tenía el control total de sus tropas.

A este punto surge la pregunta de que si dadas las circunstancias internacionales actuales, este caos no es una nueva forma de ejercer una dictadura y la depredación del país a través de un caos premeditado donde todo es difuso, indefinido, contradictorio, situación que no permiten ni esconder ni captar la verdad y donde todo es válido.

De todos modos, aunque hoy el descrédito del gobierno Lavalasse es tal que todos los hechos delictivos, desde el secuestro de una persona a robos comunes, les son atribuidos, es de suponer que en medio del caos, no todos esos hechos vienen de sus filas. Pero hay dos textos que quizás iluminen este momento histórico que vive el pueblo haitiano. Uno es un texto de ficción de un escritor africano de la Costa de Marfil, Ahmadou Kourouma, "Esperando el voto de las bestias salvajes" (Ed. Du Seuil, París 1998) que es la descripción tragicómica de las mayores figuras dictatoriales de Africa, de sus móviles y de su modo de ejercer el poder. El otro libro es el famoso ensayo político de la brillante filósofa Hannah Arendt, "Le système totalitaire" (1º edición, Ed. du Seuil , Paris 1972).

Este es quizás el texto que permite entender de forma más clara la situación haitiana actual y que se ha vuelto una referencia teórica básica para varios intelectuales haitianos en la búsqueda se una explicación de su realidad. Por esto, no creemos superfloas las numerosas citas y pasajes completos que presentamos.

Además servirán para explicar la visión y la desesperación que este caos ha logrado producir en los que creyeron en Aristide en el momento de su primera ascensión al poder en Febrero del ’91 (muchos intelectuales, algunos empresarios y comerciantes progresistas, profesionales, clases medias pobres, pequeños comerciantes, gran parte de las masas populares marginales y la diáspora haitiana residente en el exterior) y los que no creyeron desde el comienzo y presentaron otras alternativas de transición a la democracia que allanaron el camino para la realización de las primeras elecciones después de la caída de la dictadura de los Duvalier en diciembre del ’90, las cuales permitieron a Aristide catapultarse al poder.

Actualmente todos los intelectuales y elementos de la elite profesional que habían apoyado a Aristide, lo han abandonado. Parecen, 10 años después, haberse dado cuenta de lo que dice Hannah Arendt a propósito de las ideas totalitarias:

"En efecto, no se suponía que nadie pudiera tomar estas absurdidades en serio. La vulgaridad y su rehúso cínico de los criterios recibidos se acompañaban de un reconocimiento tranquilo de lo peor y un desprecio de las falsas apariencias que era fácil de tomar por un estilo de vida valiente y nuevo. Como prevalecían siempre más actitudes de muchedumbre, convicciones de muchedumbre........ los que odiaban tradicionalmente a la burguesía y que habían dejado voluntariamente la sociedad respetable, no vieron (ndt. en este movimiento) sino la ausencia de hipocresía y de respetabilidad, no el contenido mismo.............. La elite intelectual de los años ’20 estaba persuadida que se podía jugar a la perfección el viejo juego de "épater le bourgeois " (asombrar al burgés) si se empezaba por chocar la sociedad con una caricatura irónica de su propio comportamiento. En este momento, nadie preveía que la verdadera víctima de tal ironía sería la elite más que la burguesía".

La necesidad del caos permanente y el uso del doble lenguaje sin ningún complejo, encuentra su explicación en los pasajes siguientes:

"Su idea (ndt.: de Hitler y Stalin) de la dominación no podía ser realizada ni por el estado ni por un simple aparato de violencia, pero sólo por un movimiento constantemente en movimiento".

"El objetivo práctico del movimiento es de integrar cuánta gente sea posible dentro de la organización, poniéndolos y manteniéndolos en movimiento; en cuanto al objetivo político, que sería la meta del movimiento, sencillamente no existe".

" Las mentiras enormes, las falsas verdades pueden establecerse como hechos incontestables....... La diferencia entre la verdad y la mentira puede dejar de ser objetiva y volverse una simple cuestión de astucia, de presión y de repetición infinita"

"Los Nazis reconocían siempre públicamente sus crímenes políticos y no se excusaban jamás de los excesos cometidos por la base. Sólo los simpatizantes se excusaban".

"Las semejanzas entre este tipo de terror y el gangsterismo pero, son demasiado evidentes como para que necesiten ser subrayadas."

"El uso de sugestiones indirectas, veladas y llenas de amenazas contra todos lo que no escuchan sus enseñanzas, seguidas de muertes masivas perpetradas tanto sobre inocentes como culpables".

"Esta técnica de la réplica........... era extremadamente fructuosa para minar la actividad de las instituciones existentes". "........... cualquier grupo organizado de la sociedad no totalitaria es vivida como un desafío específico al movimiento que debe destruirlo; cada uno exige para decirlo de alguna manera un instrumento de destrucción específica. El valor práctico de las organizaciones "de pantalla", fue puesta a la luz cuando los Nazis tomaron el poder y se mostraron inmediatamente listos para destruir las organizaciones de docentes que existían por otra organización de docentes, los círculos de abogados existentes por otro círculo de abogados de ellos".

"En el centro del movimiento como motor de impulsión se encuentra El Jefe. Está separado del grupo de Elite de su movimiento por el círculo interior de los "iniciados", que difunden en torno a él toda una aura de misterio". "Su (del Jefe) posición en el interior del círculo íntimo, depende de su habilidad para fomentar intrigas entre los miembros del círculo y a cambiar continuamente de personal. Debe su promoción a su extrema habilidad para manipular las luchas de influencias internas del partido......".

"El Jefe es irremplazable porque toda la estructura complicada del movimiento perdería su razón de ser sin sus mandamientos. Desde ahora, a pesar de las eternas cábalas de la "clique" interna ....a pesar de lo que acumulan de odio , de amargura y de resentimiento personal, la posición del Jefe queda asegurada contra las caóticas "revoluciones de palacio", no en virtud de sus dones superiores de los cuales su círculo inmediato no se hace ninguna ilusión, sino a causa de la convicción sincera y razonable de este mismo círculo, de que sin él, todo estaría irremediablemente perdido".

"El Jefe representa el movimiento de manera diferente de todos los dirigentes habituales de partido; reivindica personalmente la responsabilidad de todas las acciones, hechos o fechorías cometidas por cualquier miembro o cuadro. Esta responsabilidad total constituye el aspecto más importante del principio del Jefe, según el cual cada cuadro, no solamente es nombrado por el Jefe, sino que es la encarnación viva del Jefe. ..... Esta identificación completa del Jefe con todos los subjefes que ha nombrado y este monopolio de todo lo que se hace, son los signos más evidentes de la diferencia decisiva entre un dirigente totalitario y un dictador o un déspota ordinario. Un tirano no se identificaría jamás a sus subordinados, menos todavía a cada una de sus acciones. El Jefe, por el contrario, no puede tolerar que se critique a sus subordinados que actúan siempre en su nombre. Si quiere corregir sus propios errores, debe liquidar a los que los cometieron; si quiere imputar sus errores a otros, tiene que matarlos."

"Esta responsabilidad total de todo lo que hace el movimiento y esta identificación total con todo lo que hace cada uno de sus responsables, tienen una consecuencia muy práctica: nunca nadie tiene la responsabilidad de sus propios actos....."

"Ya que el Jefe ha monopolizado el derecho y la posibilidad de explicación, aparece al mundo exterior como la única persona que sabe lo que hace, o sea, el único responsable del movimiento con el cual se puede hablar en términos no-totalitarios y que si es criticado o contestado no puede decir : "No se dirijan a mí, diríjanse al Jefe"............

"Es entonces perfectamente comprensible y perfectamente fútil, que los extranjeros pongan sus esperanzas en diferentes ocasiones en una conversación personal con el Jefe mismo".

Hannah Arendt tiene todo un pasaje donde recuerda que los movimientos totalitarios son sociedades secretas establecidas a luz del día. No es el caso de insistir sobre esta parte del texto de la Arendt, pero ofrece una pista de investigación interesante dada la importancia que tienen todavía en Haití, las organizaciones secretas relacionadas con deformaciones más o menos de la ideología Vudú.

" Toda la estructura......puede ser descrita en una mezcla curiosamente variable entre credulidad y cinismo".

"Los Jefes (ndt. totalitarios) fundaron su propaganda sobre el principio sicológicamente exacto de que en estas condiciones se podía hacer creer a la gente las declaraciones más fantásticas un día y estar seguro de que si el día siguiente se daba la prueba irrefutable de su falsedad, la gente se refugiaría en el cinismo; en vez de abandonar sus Jefes que habían mentido, dirían que supieron siempre que era una mentira y que admiraban a sus Jefes por su inteligencia táctica superior".

"Los miembros de su partido no creen jamás sus declaraciones oficiales y no se supone que las crean y la propaganda totalitaria los felicita por esta inteligencia superior, la cual teóricamente los distingue del mundo exterior". Aquí habría que comparar la relación entre esta relación de la propaganda totalitaria y lo que se llama el "cimarronaje" en Haití, o el poder de disimulación y cambio continuo de posiciones por el cual los compromisos no tienen ningún valor.

"El resultado de este sistema, es que la credulidad de los simpatizantes vuelve las mentiras aceptables para el mundo exterior, al mismo tiempo que el cinismo a diferentes escalas de los cuadros elimina el riesgo de que el Jefe sea nunca forzado, por el peso de su propia propaganda a poner en práctica sus propias declaraciones y su fingida respetabilidad. Este ha sido una de las principales desventajas del mundo exterior cuando ha tenido que tratar con sistemas totalitarios. Como no conocía el sistema, pensaba por una parte que la enormidad de las mentiras desenmascararía a sus autores y por otro lado, que sería posible tomar " a la letra" las declaraciones del Jefe y forzarlo, sin consideración de sus intenciones primarias, a respetar lo que decía. El sistema desgraciadamente está al resguardo de consecuencias tan normales; su ingeniosidad consiste precisamente en eliminar esta realidad que desenmascara al mentiroso o los fuerza a poner su mentira en práctica."

Jean Cocteau decía: "cuando hay una situación caótica que escapa de tu control, no te queda sino simular ser su organizador". Seguramente una parte del caos haitiano es espontánea, debido al propio sistema social y económico del país y a su herencia histórica y no todo orquestado por Aristide como algunos pretenden. Pero hay sobre todo que agregar que un totalitarismo haitiano hoy no puede ser igual a lo que han sido los europeos o a los asiáticos, ni siquiera a los africanos. Hay que tener en cuenta la realidad geopolítica que lo rodea, en este momento histórico particular de la mundialización, después de la caída del Muro de Berlín, y después del 11 de Septiembre de este 2001, como lo ha subrayado el mismo Luigi Enaudi.

Pero además del contexto político americano e internacional, hay que tener en cuenta que aunque Aristide quisiera convertirse en Jefe con todos los rasgos del totalitarismo, el contexto nacional tampoco se lo permite.

No hay que olvidar que Haití es un país paupérrimo con pocos recursos internos y tecnológicos hasta para la represión. Sin la ayuda externa, ni hablar de un verdadero progreso económico, sólo puede obtener recursos para cubrir una parte del presupuesto nacional a partir de los contribuyentes empobrecidos. Además se encuentra bajo la tutela de una comunidad internacional que lo trajo en brazos de regreso de su exilio y que esta comunidad internacional le ha condicionado una sustancial ayuda financiera prometida, que permanece bloqueada desde que comenzara el conflicto electoral. Esta misma comunidad internacional ejerce un mínimo de control y poder de disuasión frente a las exacciones, crímenes y terror del régimen.

Uno se pregunta sin embargo, ¿cómo es posible que el gobierno haitiano ose tener el comportamiento ya visto y llevar adelante semejante política a pesar de los constantes viajes de prominentes visitantes extranjeros, la presencia, aunque como aparentes espectadores, de todos los organismos internacionales y representaciones diplomáticas presentes en el país, los modernos medios de comunicación por Internet, la prensa nacional e internacional?. Esto hace pensar y temer hasta donde se podría llegar de no contar con esta presencia internacional permanente y si Haití estuviera aún aislado y cerrado en sí mismo como en la época de François Duvalier.


4. Perspectivas: ¿Hasta que punto se puede institucionalizar el caos sin que éste devore a sus autores?.

Hay varios escenarios posibles a este punto de la crisis global que se vive en el país: El más optimista es que se lograra un a acuerdo político global entre Aristide, su equipo en el poder y la oposición, encabezada por la Convergencia Democrática, bajo los auspicios de la sociedad civil y de la comunidad internacional.

Esto permitiría resolver el problema electoral, dotar al país de instituciones legítimas, desbloquear la ayuda internacional y crear las condiciones mínimas de confianza para la reactivación económica del país.

Dada la fragilidad de la situación haitiana, verdadero barril de pólvora, hay que considerar que cualquier hecho fortuito, de menor importancia podría conducir a escenarios, mezcla de todos los escenarios anteriores barajados al azar, lo cual hace muy difícil hacer previsiones serias. Sin embargo, los dos primeros, los más optimistas parecen los menos probables después de los acontecimientos del 17 de diciembre ya que la oposición haitiana dice que tanto como en Estados Unidos ha habido un antes y después del 11 de Septiembre, en Haití habrá un antes y después del 17 de Diciembre ya que este día Aristide trató de hacer con ellos lo mismo que Ben Laden con las Torres gemelas de Nueva York.

Lo que si es evidente es que la situación haitiana ha llegado a su punto más alto de putrefacción y que la vorágine del caos amenaza con devorar a sus propios autores.